El arroz con leche es un dulce tradicional asturiano del cual, al parecer, existen muchas versiones.
He optado por elegir una que lleva los más básicos y además añade nata líquida. Me ha gustado porque al día siguiente de haberlo elaborado seguía manteniendo toda su cremosidad y el arroz no tenía aspecto de engrudo que es lo que yo buscaba. Por lo tanto me ha parecido que las proporciones estaban bien ajustadas.
Ingredientes para 6/8 personas
1, 800 ml de leche semidesnatada
200 ml de nata líquida
100 g de arroz
8 cucharadas de azúcar
La piel de un limón (sin la parte blanca)
1 rama de canela
Canela en polvo
Poner a hervir durante cinco minutos la leche junto con la nata, la piel del limón sin la parte blanca, y la rama de canela.
Tradicionalmente se deja infusionar unos minutos y a continuación se cuela la leche retirando la canela y la piel del limón, pero he comprobado que si se cuece todo junto queda el arroz con leche mucho más aromático. No obstante de las dos formas está bueno.
En cualquier caso, cuando empiece a hervir la leche echar el arroz y remover.
Cocer a fuego muy lento para que no rebose, removiendo sin parar.
Cuando al arroz le falte un punto de cocción añadir el azúcar y mezclar. Seguir cocinando hasta que el arroz esté totalmente cocido y veáis que la mezcla haya espesado un poco. (en total 50/60 minutos)
Es necesario remover constantemente para que no se os puede pegue el fondo.
Echar la mezcla en una bandeja o en boles individuales. Dejar enfriar.
Condimentar con canela y guardar tapado en la nevera. Se come frio.
Otra versión interesante
Buscando entre las recetas asturianas de arroz con leche me llamo especialmente la atención una del libro de cocina tradicional de Asturias escrito por el ovetense (carbayon) José Luis Fernández, la cual os transcribo literalmente.
Ingredientes
1/4 Kg. de arroz
1/4 litro de agua
1 cáscara de limón
2 palos de canela
Sal
Leche
Azúcar
Comenzaremos poniendo en un cazo agua y leche en la misma proporción, a la que añadiremos la cáscara de limón, los palos de canela, un poco de sal y el arroz. Juntos los ingredientes, pondremos el cazo al fuego y lo dejaremos cocer removiendo continuamente con una cuchara de madera.
Según se va haciendo el arroz, iremos agregando leche fría y siempre removiéndolo cada vez con más frecuencia para impedir que el arroz se nos pegue al fondo. Esta operación puede llevarnos del orden de las dos horas.
Una vez cocido y sin apartarlo del fuego, le añadiremos el azúcar, y lo dejaremos así unos segundos. Terminada esta operación, lo retiramos y lo ponemos en una fuente.
Podemos finalizar bien espolvoreando con canela molida o bien añadiéndole azúcar por encima, procediendo a quemar con un hierro caliente.
Como podéis comprobar es una receta muy distinta de las que se pueden encontrar publicadas actualmente.
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